El presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón López, en su columna de opinión titulada “La advertencia de Laureano”, publicada por El Nuevo Siglo el 30 de marzo, analiza la situación del diferendo limítrofe entre Colombia y Nicaragua a la luz de las advertencias del ex presidente y ex canciller Laureano Gómez, quien precisó que “más en lo que se refiere a Tratados de límites, la posibilidad de someterlos a juicio de organismos internacionales no tiene antecedentes en la historia diplomática. Los Tratados de límites, como su nombre y su género lo expresan claramente, fijan y estabilizan el territorio de las naciones que los negocian; marcan y señalan sus fronteras cuyas variaciones no pueden hacerse sino en virtud de otros Tratados, potestad soberana de la Nación”.
En ese sentido, el presidente del Consejo Directivo afirmó que desde hace quince años, cuando se publicó en Utadeo el libro “El ataque de Nicaragua”, en conjunto con Germán Cavelier y Alberto Lozano, se argumentó que el país no debería ir al Tribunal de La Haya, dado que su fallo en la frontera sería inejecutable: “¿Qué finalidad tiene el proceso instaurado contra Colombia, si los dos Estados no pueden ejecutar la decisión que llegara a adoptar la Corte Internacional de Justicia?” se pregunta el columnista.
Pinzón, invocando el artículo 101 de la Constitución Política de Colombia, según el cual los límites ratificados por el Presidente de la República solo podrán ser modificados por el Congreso, sostuvo que es peligroso que la Nación contraiga compromisos jurídicos que no son lícitos o factibles de cumplir: “el presidente Juan Manuel Santos ha sido claro al fijar la posición de Colombia y seguramente en el curso de los próximos días adoptará las decisiones pertinentes teniendo en cuenta que los Tratados deben acordarse de manera bilateral y multilateral, sin perjudicar a países involucrados como Jamaica, Costa Rica y Honduras”, resaltó el autor.







